Los virus respiratorios como la influenza se transmiten a través de las gotitas que se forman cuando un paciente estornuda o tose. Estos viajan en el aire en forma de aerosoles y alcanzan a una persona sana (o insalubre) para causar infección.
En otras palabras, a diferencia de lo que creía cuando era un niño, los virus no pueden volar, deben transportarse en aviones (gotitas en nuestro caso).
Ahora, estas gotitas cuando se enfrentan a la humedad en el aire, ganan más masa de vapor de agua y, por lo tanto, se vuelven tan pesadas que caen al suelo.
En el aire seco, casi todas las gotas de un estornudo seguirán flotando hasta que llegue a otra persona. (Al contrario de lo que algunas personas creen, no tiene que estar directamente debajo del estornudo del paciente para estar infectado por una enfermedad respiratoria. Solo tiene que estar en su vecindario el tiempo suficiente para que un núcleo de gotita flote e ingrese en su nariz)
