¿Cómo podemos reducir el dolor de una fractura de calcanio a largo plazo?

Para las fracturas de calcáneo que se desplazan, el tratamiento generalmente implica la reducción anatómica (es decir, la realineación de la fractura mediante una cuidadosa manipulación bajo anestesia) seguida de una fijación interna quirúrgica para estabilizar la fractura (por ejemplo, el uso de tornillos). La cirugía puede ser seguida por el uso de una bota de protección, ortesis, yeso y / o muletas durante varias semanas.
Para las fracturas de calcáneo que no se desplazan, el tratamiento puede implicar el uso de muletas y / o una bota o abrazadera protectora, o la inmovilización con yeso y el uso de muletas, seguido por el uso de una bota protectora o abrazadera para varios semanas. El especialista ortopédico aconsejará al paciente sobre qué administración es la más adecuada en función de una serie de factores, incluidos el tipo, la ubicación y la gravedad de la fractura.
La evaluación de la fractura con radiografías de seguimiento o TC es importante para garantizar que la fractura se esté curando en una posición ideal. Una vez que se confirma la curación, la rehabilitación puede progresar guiada por el fisioterapeuta tratante.
Uno de los componentes más importantes de la rehabilitación después de una fractura de calcáneo es que el paciente descansa lo suficiente de cualquier actividad que aumente su dolor (a menudo se requieren muletas y / o una bota protectora). También se deben evitar las actividades que producen grandes cantidades de estrés a través del calcáneo, especialmente la actividad excesiva de soportar peso, como correr, saltar, caminar, pararse o caminar excesivamente (especialmente en superficies irregulares). El descanso de las actividades agravantes permite que el proceso de curación tenga lugar en ausencia de daño adicional. Una vez que el paciente puede realizar estas actividades sin dolor, se indica un retorno gradual a estas actividades y fuerzas para soportar peso, siempre que no haya un aumento en los síntomas. Esto debe llevarse a cabo durante un período de semanas a meses con la dirección del fisioterapeuta tratante.
Ignorar los síntomas o adoptar una actitud de “sin dolor, sin ganancia” es probable que cause un mayor daño y puede ralentizar la curación o prevenir la curación de la fractura de calcáneo por completo.
Los pacientes con un calcáneo fracturado deben realizar ejercicios de flexibilidad, fortalecimiento y equilibrio sin dolor como parte de su rehabilitación para garantizar un resultado óptimo. Esto es particularmente importante, ya que el equilibrio, la flexibilidad y la fuerza de los tejidos blandos se pierden rápidamente con la inactividad. Los ejercicios de hidroterapia también pueden estar indicados. El fisioterapeuta tratante puede aconsejar qué ejercicios son más apropiados para el paciente y cuándo deben comenzarse.
En las etapas finales de rehabilitación para una fractura de calcáneo, puede producirse un retorno gradual a la actividad o al deporte guiado por el fisioterapeuta tratante, siempre que no haya un aumento de los síntomas.
Se puede aconsejar al regresar a algunos deportes, particularmente aquellos deportes que requieren un cambio de rumbo rápido, como fútbol y netball, que el tobillo se pegue con cinta adhesiva o se sujete para soporte o protección adicional. El fisioterapeuta tratante puede aconsejarle si esto es recomendado.

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