Hace mucho tiempo asistí a una sesión de entrenamiento de maratón en preparación para mi primer maratón. Uno de los oradores era un médico deportivo y le preguntaron: “¿Cuál es la lesión maratónica más común?”
Su respuesta fue: “Un maratón es una lesión”.
He descubierto que hay muchas formas de lesionarse en el largo camino que conduce a la línea de meta de un maratón. Ese camino comienza con una decisión consciente, semanas o meses o años antes del día de la carrera.
A lo largo de ese camino se esconden expectativas poco realistas (que no deben confundirse con la determinación y el impulso). Además, inexperiencia, falta de disciplina, mal equipamiento, falta de entrenamiento adecuado, falta de escucha de su cuerpo, falta de estiramiento, falta de nutrición, falta de recuperación.
Un tendón de la corva o un músculo es bastante común. También lo son las lesiones de la banda IT, las lesiones de rodilla y cadera y las lesiones de tobillo. Incluso he oído hablar de lesiones en los ojos desviando a un corredor. Y estos son solo los problemas físicos. También hay mentales.
En mi experiencia, la mejor manera de evitar estos baches es entrenar con corredores experimentados. Si eres un fanático del sofá hoy, tu primer maratón debería estar al menos a un año de distancia, y en mi caso faltaban dos años. Corrí carreras más cortas al principio, y aprendí muchas lecciones que llevé conmigo en los maratones que corrí.
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