Seguí diciéndole a uno de los miembros en un gimnasio que utilicé para que colocara los clips en los extremos de los pesos para mantenerlos firmes. Él nunca lo hizo. Un día, los pesos se desequilibraron y comenzaron a deslizarse por un extremo. Grandes placas de peso de 45 lb. Trató de atraparlos y terminó por dislocarse el hombro MAL y arrancar algo. Nunca había escuchado gritos tan agonizantes en mi vida. Llamé al 911 y le di una bolsa de hielo, pero eso es todo lo que pude hacer.
Pero tan pronto como sucedió y corrí con eso “¡tonto! ¡TE DIJE que esto podría pasar!” él me miró avergonzado. Nunca lo volví a ver allí. Estoy seguro de que tuvo que someterse a una cirugía y meses de terapia después.