Al igual que todos los organismos eucariotas, las células de los hongos tienen núcleos que contienen ADN para la reproducción y para llevar a cabo la transcripción para la síntesis de proteínas.
Las células fúngicas (hifas) pueden ser multinucleadas (cenocito o no septadas) sin separaciones (septos) entre los núcleos. Las hifas que tienen septos se conocen como septadas. Los septa son porosos y permiten el flujo de material a través del tejido fúngico (micelio), incluidos el citoplasma, los ribosomas y las mitocondrias.