La función básica que desempeña el agua en todas partes es la de disolvente y transportador. El agua no toma parte en ninguna reacción y no se consume en el cuerpo.
El plasma es la porción líquida de la sangre, una solución de proteína salina en la que se suspenden los glóbulos rojos y blancos y las plaquetas. El plasma, que es 92 por ciento de agua, constituye el 55 por ciento del volumen de sangre.
El plasma ayuda a las células sanguíneas y las plaquetas a circular por el cuerpo donde sea que se necesiten. El agua proporciona la viscosidad requerida al plasma.