Cómo ser más paciente mientras conduces

Su condición se conoce universalmente como “Road Rage”, no se ofenda, es solo un nombre y le sucede a casi todos.

Hay que ser consciente de esta condición, mantener la calma, respetar siempre al otro conductor, dar paso a tailgaters / honkers, conocer tus límites, no hacer las cosas que odias cuando otros lo hacen, disculparte moviendo la mano, evitar los ojos contacto, etc.

Escuche la música que le gusta y respire hondo, asegurándose de que esto no es gran cosa; el otro tipo está teniendo un mal día, no necesita ponerse nervioso, piense en su familia. Uno no puede controlar todo lo que sucede, pero puede decidir cómo responder y controlar situaciones.

“Algunas personas buenas tienen días malos y terminan en situaciones que normalmente nunca tendrían, simplemente debido a emociones poderosas como la ira, la frustración y el estrés”. – Richard Senshido, experto en autodefensa sobre situaciones de escalada con road ragers.

Un par de buenos enlaces que explican mejor la furia del camino y cómo mitigarlos.

7 formas de evitar la furia del camino

Cómo evitar la furia del camino

Yo añadiría recordar que vas a llegar adonde vas, y si llegas unos minutos tarde pero llegas allí de una pieza, la gente que te espera será comprensiva e indulgente. El siguiente paso podría ser expandir ese pensamiento a los otros conductores que lo están agravando. Sea tolerante, y no espere una conducción perfecta de ellos. Darse cuenta de que solo intentan llegar a donde van tan rápido como pueden, como usted. Tiendo a escuchar radio en estos días, disfruto especialmente a Dave Ramsey, y creo que distrae mi atención lo suficiente como para no sentirme frustrado cuando el manejo se vuelve lento y congestionado.

La imagen más grande para mirar también podría ser pensar en las otras áreas de tu vida en general, y practicar el uso de la paciencia a tu alrededor.

¡La mejor de las suertes!

Estás estresando por algo que no importa. Estás arruinando tu propio estado de ánimo para un imbécil que probablemente ni siquiera reconoce tu existencia. Ingnóralos. Intenta identificar la cantidad de leyes que rompieron al hacer dichas maniobras estúpidas. Piensa cómo lo harías de una mejor manera, no para cabrear a los demás. Déjalos ir porque ellos son los dueños de la ruina.