Cuando escuchamos música, varias áreas de nuestro cerebro se vuelven comprometidas y activas. Pero cuando tocamos un instrumento, esa actividad se convierte en un entrenamiento completo del cuerpo y el cerebro, vamos a ver una lista de hechos sorprendentes descubiertos por los neurocientíficos:
- Capacidad de función ejecutiva mejorada . La función de ejecución es una serie de tareas interrelacionadas que incluyen: estrategia, planificación y atención a los detalles. Es una combinación compleja de funciones cerebrales que requiere el análisis de los aspectos cognitivos y emocionales de un problema o situación. Eso es muy importante para incorporar en nuestra existencia, en nuestras vidas profesionales y personales. Imagine si puede orquestar una solución perfecta para cada situación (emocional, comercial, profesional, etc.). Con la música (especialmente si la tocas) puedes mejorar esta capacidad.
- Habilidades de memoria mejoradas. Aprender un instrumento musical se ha encontrado para ayudar en nuestras habilidades de memoria. Si logramos una gran capacidad para recordar hechos, ideas, imágenes, sonidos, etc., nuestra capacidad para aprender mejora. La memoria y el aprendizaje están intrínsecamente conectados.
- Mantenga nuestro cerebro en una forma física superior. Reproducir música es el equivalente al cerebro de un entrenamiento de cuerpo completo, porque se activan múltiples áreas de nuestro cerebro como: Motor, visual y auditiva. Este ejercicio aumenta el volumen de nuestro cuerpo calloso , responsable del aumento en la coordinación bimanual (donde el cerebro coordina múltiples movimientos simultáneos). Hay un artículo muy interesante en este enlace. La plasticidad dependiente del uso específica del instrumento determina las propiedades anatómicas del cuerpo calloso: una comparación entre músicos y no músicos.