El término médico para la inhabilidad de sudar es anhidrosis o hipohidrosis. Esta condición puede ser muy molesta. Si no suda, su cuerpo no puede enfriarse y es propenso a sobrecalentarse, a veces de manera peligrosa. Algunas personas se ven afectadas con este trastorno en una sola parte del cuerpo o en parches dispersos, pero también pueden afectar a todo el cuerpo. Si ese es el caso, corres el riesgo de sobrecalentamiento durante el clima cálido, ejercicio vigoroso o cuando realizas una actividad física exigente, provocando calambres por calor, agotamiento por calor o, más peligroso, golpe de calor.
La anhidrosis puede deberse a factores genéticos, y también puede desarrollarse como resultado de trastornos que dañan el sistema nervioso autónomo del cuerpo. Ese sistema controla las acciones involuntarias como la digestión, los latidos cardíacos, la presión arterial y la temperatura corporal. Entre los trastornos médicos que pueden causar este daño se encuentran la diabetes, el alcoholismo, la enfermedad de Parkinson, la amiloidosis, el síndrome de Sjogren y el cáncer de pulmón de células pequeñas. Además, el daño de la piel (especialmente las quemaduras graves) puede reducir la capacidad de sudar. Algunos medicamentos también pueden interferir con la sudoración, aunque la sudoración vuelve a la normalidad cuando deja de tomarlos.
No existe un tratamiento específico para la anhidrosis, pero recomendaría probar la acupuntura y la hipnosis; ambas terapias pueden ayudar con la disfunción autonómica. Más allá de eso, tenga cuidado de evitar que su cuerpo se sobrecaliente: use ropa holgada cuando hace calor, no use demasiada ropa cuando hace frío, permanezca en el interior en los días calurosos y tenga en cuenta su nivel de actividad. Usted, y los miembros no afectados de su familia, también deben aprender los síntomas de las enfermedades relacionadas con el calor y qué hacer si los desarrolla.
