De muchas, muchas maneras. El ADN en una célula le dice a la célula que haga un trabajo; todo haciendo proteínas Las proteínas pueden hacer todo lo que una célula necesita, desde digerir alimentos como la glucosa hasta actuar como químicos creando sustancias químicas que nuestro cuerpo necesita para sobrevivir. Estas proteínas se pueden usar para hablar directamente con otras células o para ayudar a crear señales químicas que fluyen entre las células. Cuando una célula recibe estas señales, puede alterar la forma en que utiliza su ADN para producir o detener la producción de proteínas. El ADN es como un libro de recetas y los aminoácidos (los componentes básicos de las proteínas) son como los ingredientes. Las células pueden trabajar juntas para hacer ciertas funciones, como un órgano, porque se comunican. Oye, si hago un poco de masa y preparas un poco de salsa, ¡juntos podemos hacer una pizza!
Con 37.2 TRILLONES de células en el cuerpo humano que se comunican con señales químicas y de proteínas para hacer su trabajo, no es de extrañar que seamos tan complejos.