Si bien sienten momentos de miedo y ciertamente apegos y dependencia, solo podemos observarlos, porque no podemos comunicarnos verdaderamente con ellos.
Realmente no sabemos con certeza lo que sienten o no sienten. A menudo, los humanos proyectamos nuestros propios sentimientos sobre otros animales.
Pero todavía tenemos que hablar el idioma de cualquier otro animal y, por lo tanto, solo hacemos suposiciones. En algún momento tenemos razón, y a veces no, por lo que no sabemos con certeza qué sienten. Tenemos un promedio de bateo exiguo que comprende otros mamíferos, y aún peor con insectos y criaturas marinas.
A menudo me acuerdo del científico inglés que pasó varias horas observando colibríes en su jardín. Estaba fascinado con sus habilidades de vuelo y flotando. Tomó notas copiosas e incluso dibujó las aves. Pero él no los vio aterrizar. Entonces él concluyó que los colibríes no tienen piernas.
Tenga cuidado de tomar decisiones únicamente en observaciones.