Veo mi cuerpo como una herramienta increíble que puedo usar.
Piensa en un escenario hipotético donde solo eres un cerebro sin masa, flotando alrededor. Puede comunicarse con otras personas y hacer cualquier cosa intelectual, pero nada puramente físico.
En realidad, preferiría vivir en el estado actual que hacemos en nuestros “sacos de carne”. Piénselo, si solo fuera un cerebro flotando, nunca experimentaría muchas de las cosas que disfruta físicamente. No experimentará lo que es comer helado, acostarse después de un arduo día de trabajo o realizar una caminata por la naturaleza.
Claro, hay dolor en la vida. A lo que finalmente queremos llegar como humanos es a un estado en el que vemos el dolor como una experiencia de aprendizaje y una oportunidad para que nos mejoremos y lo hagamos mejor. El dolor del hambre nos induce a pensar en formas de resolver este dolor de hambre. De este modo, provoca la gran extensión de investigación genética que tenemos disponible hoy.
El progreso y el avance en la tecnología son el resultado de la necesidad de cumplir algún deseo carnal. Hoy sabemos mucho sobre nuestro universo debido a las herramientas físicas diseñadas para medir los contenidos de nuestro universo.
El cuerpo no es solo un gran trozo de carne, sino una herramienta que utilizamos para mejorar nuestras mentes. Es algo que estoy increíblemente agradecido, porque me da una razón para mejorar mi comprensión del interesante estudio de la ciencia.