No en mi experiencia, no. Puede deprimir su apetito y hacer que comer parezca poco apetecible. La mayoría de los días no tengo ganas de comer hasta tarde en el día, cuando mis medicamentos han desaparecido. Por supuesto, para entonces mi cuerpo se muere de hambre y me siento hambriento.
Por lo general, me hago un cerdo en las horas previas a la cama. En las noches cuando soy especialmente glotón, como mucho que tengo problemas para digerir; a veces, cuando hago esto, termino regurgitando pequeñas cantidades mientras estoy dormido. Me despierto tosiendo y chisporroteando, a menudo con vómito en la garganta y en la cavidad nasal. Da miedo y asco, y lleva un tiempo sentirse mejor y volver a dormir.
Así que sí, no han sido lo mejor para mí desde una perspectiva de digestión, pero los medicamentos son demasiado beneficiosos para que los abandone, así que me ocupo de eso.