Creo que primero hay que separar el perdón y el olvido . Para que NO seas amargo, perdona a alguien, PERO NO TE OLVIDES. De esa manera, puede avanzar sin eliminar la responsabilidad del delincuente. Recuerda el dicho,
“Si me engañas una vez, la culpa es tuya. Si me engañas dos veces, la culpa es mía.”
Ser amargo es esconder resentimientos y no permitirse dormir por la noche por los errores de los demás. ¿De verdad quieres ser amargo? Si te hieren hasta el núcleo, PERDONARLOS, pero nunca olvidar el hecho. Tómalo como una lección.
Ya sea que lo sienta o no, eso ya no importa. Solo despierta todos los días, a pesar del trastorno emocional con el que está luchando.
Ser amargo por cosas terribles y aterradoras está totalmente bien mientras estés dispuesto a seguir adelante. Por ahora, deja que la tristeza se hunda. Llora mucho si esa es tu manera de despreciarlo.