¿Qué tan asustado se siente cuando ve una lesión en un evento deportivo?

La mayoría de las personas piensan que el jugador lesionado estará bien al instante en el momento del evento. La lesión deportiva a menudo causa que la mamá o el compañero del jugador deseen que el jugador deje de jugar inmediatamente. Se debe desear y esperar lo mejor para el jugador. Sin embargo, al jugador le encanta jugar deportes y es su disfrute o su vida, nadie puede detenerlo. Odio ver a un jugador de deportes perder su extremidad o lesión en la cabeza que causa un retraso en su vida y nunca volver a ser el mismo. Si una persona tiene una lesión grave, se requiere un gran apoyo mental, emocional y físico para la persona lesionada. Nuestra vida nunca se garantiza con nada y nada permanece igual. Tenemos que enfrentar situaciones de la vida tal como se presenta. Lo importante es no perder la esperanza y la apreciación de la vida misma. Cuando tenga un corazón agradecido en cualquier circunstancia, encontrará la manera de aprovechar al máximo las circunstancias. También abre la puerta al nuevo horizonte que nunca pensaste que podría ser posible. Cualquier recompensa tiene su sacrificio en ella. Todo en la vida tiene que ser ganado y no solo dado. Cuando atravieses el sacrificio, encontrarás la apreciación …

No suelo ver juegos de la NBA, pero el 31 de enero se televisaba un juego de los Phoenix Suns. Decidí mirar porque tres jugadores de los Suns pasaron sus años universitarios en Kentucky, mi alma mater.

En la primera mitad, un jugador de Sun llamado Isaiah Canaan se elevó para una bandeja y aterrizó mal, con su pierna izquierda hacia adelante y su pie izquierdo retorcido en un ángulo de 90 grados con respecto al resto de la pierna. Estaba horrorizado pero también asombrado de que Canaan simplemente estuviera allí; el tobillo obviamente estaba roto, y esperaba que se retorciera en el piso en agonía.

Fue una lesión tan impactante que algunos de sus propios compañeros de equipo no pudieron mirar. Un entrenador asistente corrió por el piso para cubrir la pierna de Canaan con una toalla, y lo sacaron del suelo en una camilla. He sido testigo de otras lesiones de baloncesto, pero antes de ese momento, nunca había pensado en el baloncesto como un deporte peligroso.