“Conciencia” o ser “consciente” no ha sido bien definida por la ciencia o la psicología más que por el uso vago y superficial de sinónimos como estar “despierto”, “conocer” o percibir, o un tipo de actividad cerebral. Entonces, en ese sentido, las conciencias se enfocan en la cabeza, especialmente en las regiones superiores del cerebro. En Pensamiento Oriental, se considera que se expresa a través de un centro ubicado en la parte superior de la cabeza y justo encima de la cabeza.
En varias escuelas metafísicas, la conciencia se define como “alma” o “autoconciencia” que le permite a uno decir “yo”. En este sentido, se encuentra comúnmente en el corazón o en la cabeza, pero no solo como actividad cerebral, sino como un centro de energía etérea, aura o fuerza a través de la cual el alma entra en contacto con el cerebro.
“Conciencia” tiene la definición del diccionario de “un sentimiento interior o voz vista como una guía para la corrección o incorrección del comportamiento”. El origen de esa “voz”, es decir, la naturaleza de la “conciencia”, sería entonces idealmente sea el resultado de comenzar a sentir la naturaleza orientadora del alma o ser superior. Entonces, en ese sentido, también se ubicaría en el corazón o en la cabeza, y en su mayoría, en este caso, el corazón debido a su asociación simbólica con el amor, siendo el amor la naturaleza esencial de la energía del alma y el motivo y la base del derecho comportamiento.
Pero la “conciencia” también puede ser una “voz” que surge como resultado de las influencias condicionantes de la familia, la sociedad, las religiones organizadas, etc. En este caso, tiende a ser emocional en su base y puede ser una combinación de lo incorrecto o correcto dependiendo de la sabiduría -o falta de ella- en la sociedad a partir de la cual se adopta esta “voz” externa. Idealmente, aunque a menudo no en la práctica, reflejaría la sabiduría colectiva de una sociedad cuerda. En este sentido, la ubicación de la conciencia dentro del cuerpo a menudo está relacionada con el área del plexo solar. Vemos esta conexión corporal con las emociones en clichés como “una sensación de hundimiento en la boca del estómago”, un nudo en el estómago “o” mariposas “en el estómago”.
En la práctica, entonces, la voz de la conciencia puede ser una mezcla de la conciencia del alma desde dentro o desde arriba, junto con las influencias condicionantes del entorno externo en el que uno nace y vive. Entonces, en términos corporales, es una combinación de energías del plexo solar y del corazón.