La mayoría de los genetistas han dejado de ridiculizar que cualquier ADN sea “basura”. El ADN tiene muchos tipos diferentes de funciones, incluso probablemente algunas aún no conocidas. La idea del término era que algunas secuencias de ADN no parecían tener ninguna función; a diferencia del código de proteínas o las secuencias reguladoras, podría mutar sin dañar al organismo. En comparación con las partes de ADN altamente funcionales conocidas, como el código de proteínas, este ADN “basura” varía mucho entre individuos y especies, como si no estuviera restringido por la selección natural.
Pero las sonrisas se borran a medida que descubrimos cada vez más formas en que el ADN puede servir para funciones. Solo como un ejemplo, un tramo de ADN puede tener cualquier secuencia de nucleótidos siempre que su longitud (el número de nucleótidos) o su fracción relativa de A y C estén restringidas. El análisis de secuencia por sí mismo podría no detectar esa restricción débil.
Entonces, la mayoría ha dejado de llamar cualquier tipo de “basura” de ADN