¿A qué gobernador o establecimiento médico o juez consultará para organizar el mundo de otra manera?
Queremos decir, “¿Por qué a mí ?!” cuando suceden las desgracias pero, aunque no lo veas, nuestro sufrimiento en realidad no nos vuelve especiales, casi todas las vidas contienen tragedias, penas, discapacidades o dolores ocultos. Es mejor no tener la actitud de que tu vida es peor que otras.
Conozco a una mujer mayor que ha tenido una vida profundamente dolorosa, llena de una increíble cantidad de trauma, y dice que su vida fue un regalo porque le dio una brújula moral, le enseñó su sabiduría y abrió su corazón al amor. Cuando llega el sufrimiento, mejor inclinar la cabeza con un poco de humildad y recordar el dicho: “No reces por una vida fácil, reza por la fortaleza”.