Un ejemplo similar es el caso de Gail Mathews, una de las víctimas del asesino en serie de Green River. La reconstrucción facial forense se realizó para tratar de ayudar a identificar a la víctima cuando se encontró su cuerpo. Cuando la víctima fue identificada más tarde, fue posible comparar una fotografía con la reconstrucción.
La imagen reconstruida está a la izquierda; la foto esta a la derecha.
Esta reconstrucción es de los años 80; la tecnología probablemente ha mejorado algo.