El bacilo de la plaga (no un virus) nunca desapareció. Está presente en poblaciones de roedores en la mayoría de los continentes. Siempre fue una zoonosis (una infección animal que puede afectar a los humanos de vez en cuando). En los Estados Unidos, aparece varias veces al año en Nuevo México y Arizona, principalmente entre campistas, excursionistas, biólogos que trabajan en el campo, y algunas veces es llevado a las casas por mascotas que han recogido una pulga plaga positiva en áreas rurales. Si se diagnostica temprano, es bien tratable con antibióticos específicos, pero si se deja desarrollarse en peste septicémica o peste neumónica, la probabilidad de recuperación es menor.
Confiamos en que estos casos incidentales nunca se conviertan en un brote importante mediante el uso constante de rodenticidas en áreas urbanas y el uso de sistemas de control de plagas para controlar las pulgas en las mascotas y en las casas.
PERO, después de desastres naturales generalizados o conflictos a largo plazo, estos sistemas de infraestructura se rompen y bajo tales condiciones, no es inconcebible que puedan surgir brotes de peste.