El ojo tiene algo llamado receptores propioceptivos que mantienen la posición del ojo en relación con la percepción visual del ojo. Es por eso que cuando mueves tus ojos hacia la derecha o hacia la izquierda, el mundo no parece moverse.
Si se consume suficiente alcohol, la conexión entre los receptores propioceptivos y el cerebro se rompe temporalmente y usted tiene un vértigo temporal, una especie de nistagmo.
Cuando los efectos del alcohol desaparecen, los receptores recuperan el control y todo es normal.
