Puedes “comerlo” en el sentido de pasarlo a través de tu tracto digestivo, pero va a salir sin cambios en el otro extremo.
Es increíblemente peligroso, ya que los bordes filosos pueden rasgar su tracto digestivo. Usó grandes cantidades de lubricante para reducir la posibilidad de que las cosas se engancharan y, presumiblemente, lo cortó de tal forma que redujo el número de bordes filosos.
Más allá de eso, es sobre todo un testimonio del cuerpo humano, que es notablemente resistente y autorreparable. Desafortunadamente, a veces ese cuerpo parece existir con el propósito de llevar la mente de un cerdo de atención que se involucrará en acrobacias sin sentido y autodestructivas.
