La desaparición se produce debido a la reducción inmediata del flujo sanguíneo u oxígeno (como el CO2). Tras el retorno del flujo sanguíneo normal (o contenido de sangre), la persona debería recuperar el conocimiento muy pronto. Cuando una persona permanece inconsciente después de desmayarse durante un período prolongado de tiempo (10 minutos como máximo), y en ausencia de otras causas (una afección neurológica, drogas, etc.), esto indica daño al cerebro. Tal persona requiere atención médica inmediata, y es probable que haya un daño permanente. La falta de recuperación de la conciencia puede indicar un coma.
Lo que se ve en las películas, donde los personajes se desmayan y se despiertan horas, si no días después, no es realista.