Como personaje de ficción, House es genial. En el mundo real, no puedo imaginar muchas organizaciones (hospitales, clínicas, etc.) o pacientes, que toleren su comportamiento abiertamente hostil y agresivo.
Funciona bien como papel de aluminio en la televisión, porque “clínicamente” siempre tiene razón. Eso simplemente no sucede en el mundo real, por lo que la arrogancia y la hostilidad serían más fáciles de lanzar por la borda.
La casa en el “mundo real” estaría saltando de una institución a otra y su currículum tendría toda la apariencia de una persona con problemas (que también es parte de su carácter).