La taza promedio moderna (8 onzas) de café puede contener 100-200 mg de cafeína por lo que sus efectos deben inactivarse en 2-5 horas, dependiendo de la individualidad.
Al igual que con cualquier droga adictiva, nuestra sensibilidad a la cafeína se reduce con el uso, por lo que necesitamos cada vez más obtener el mismo efecto.
¡No elimine la cafeína de inmediato!
Para evitar los efectos de abstinencia incómodos, es aconsejable disminuir la cafeína durante un período de 7-14 días para reducir la incomodidad. Reduzca y luego detenga primero las fuentes más ricas (especialmente el café). No es aconsejable, especialmente si es un usuario pesado, dejar de tomar cafeína por completo.
Reducir la cafeína demasiado rápido puede causar una caída bastante dramática en la presión sanguínea, debido a que el cuerpo se vuelve demasiado sensible a la adenosina, y esto puede provocar que se acumule más sangre en la cabeza produciendo un dolor de cabeza similar a la migraña.
Los calambres musculares, el vértigo, la somnolencia excesiva y la falta de concentración son otros efectos de abstinencia comunes al dejar de tomar cafeína.
Cansancio y somnolencia
Cuando paras la cafeína, permites que tu cuerpo se ponga al día con el resto perdido. Esto lleva algo de tiempo. Usar cafeína para forzarte a la actividad es como azotar a un caballo agotado.
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Durante las primeras semanas después de dejar de tomar cafeína, es posible que duerma más profundo y durante más tiempo. Por esta razón, es una buena idea permitirse una hora extra por noche durante algunas semanas, aumentando esto si continúa experimentando letargo por las mañanas.
Si se siente somnoliento durante el día, use ejercicios de respiración preferiblemente al aire libre, para alertarse.
Y recuérdate a ti mismo que la somnolencia es una señal de que estás permitiendo que tu cuerpo regrese a un estado más normal y que tus niveles de energía natural vuelvan pronto una vez que las cosas vuelvan a la normalidad después de la embestida del régimen de cafeína.
