El ácido glicólico es uno de los cinco ácidos clasificados como alfa hidroxiácidos o AHA (los otros, con sus orígenes derivados son láctico (leche), cítrico (naranjas y limones), málico (manzanas y peras) y ácidos tartáricos (uvas). Estos son cada vez más a favor en faciales de salón y ahora en productos de venta libre. Como todavía son de naturaleza “cosmética”, están regulados con una mano ligera (aunque por la FDA en EE. UU.).
El ácido glicólico sirve como un exfoliante para la epidermis, de ahí la sensación de hormigueo que siente al aplicar la crema.
El ácido glicólico es un ingrediente activo y debe figurar como tal en el envase. En un salón de belleza, podrían usar hasta 10% de concentración pero más de 3% en una crema y el uso diario lo exageraría para la exfoliación de la piel.
El uso regular de ácido glicólico hace que la piel sea más sensible al daño solar (sí, incluso si la usa por la noche, todavía es exfoliante, ¿no?). Si ya tiene una piel sensible al sol o dañada por el sol, el uso regular y frecuente de ácido glicólico no favorece a la piel. Se recomienda un SPF alto (amplio espectro) para quienes usan cremas o cáscaras de ácido glicólico.
En general, no se recomienda el uso frecuente (como a diario) para los productos que contienen AHA.
También es posible que desee ver esta referencia de PubMed: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/m/pu…