El VIH evoluciona más rápido que descubrir una cura ya que el virus mismo cambia, por lo que encontrar una cura es mucho más difícil ya que el posible objetivo puede cambiar. Además, dado que el VIH sigue el ciclo lisogénico y se integra en nuestro genoma sin crear ninguna respuesta inmune, es más difícil encontrar células que contengan el genoma viral.
El VIH es un virus tan sorprendente que ha encontrado todos los agujeros en nuestro diverso sistema inmune y los utiliza para su ventaja. Es un ejemplo clásico que demuestra que no importa cuán complejo sea el sistema, puede usarse contra sí mismo. Encontrar una cura sin dañar nuestro sistema inmunológico o nuestras células es bastante difícil.