¿Te refieres en términos funcionales? Cada vez hay más evidencia de que la actividad del corazón puede afectar el estado de ánimo y viceversa.
En los depresivos, la variabilidad de la frecuencia cardíaca es baja y la enfermedad cardíaca es más probable.
La conexión entre el corazón y el cerebro es a través de la autonomía, particularmente el nervio Vagal.