Cuando era niño, el concepto del cielo y el infierno se enseñaba en Convent Schoolsand nosotros, los niños creían que había un fuego ardiente ardiente para consumirnos si hicimos mal en el infierno! Esa creencia evolucionó cuando los padres contradijeron esto con “Ve al cielo o a la tierra, según tu mérito …” ¡La Ley del Karma! Confundidos, nosotros los niños preguntamos: hay un infierno y un cielo; dioses y seres satánicos? ¡Estos eran problemas que no queríamos que experimentaran nuestros hijos y meditar sobre el Infierno y el Cielo!
Las personas ordinarias como nuestros padres estaban satisfechos con vivir su vida al máximo; no sabíamos que aspiraban a alcanzar la inmortalidad. Era nuestra creencia común (entre los niños de nuestra edad) que a los seres humanos se les asigna un lapso de cien años para la existencia terrenal, y la gente solo oró por una vida sana: “… No interpongan, oh dioses, en medio de nuestra pasividad, por infligir enfermedad en nuestros cuerpos “. ( Rig Veda ) Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, la idea de la eternidad y la inmortalidad para los seres humanos evolucionó. A la hora de la comida cantábamos juntos: “… concédenos comida, y puedo obtener la inmortalidad a través de mi posteridad”.
Cuando los adultos leemos, los primeros hindúes nunca creyeron en el cielo, y nunca oraron para lograr un lugar permanente allí. El concepto más antiguo de la vida después de la muerte, dicen los eruditos védicos, es que los muertos se reúnen con la Madre Naturaleza y viven de alguna otra forma en esta tierra, tal como escribió Wordsworth, “con rocas, piedras y árboles”.
El más cercano a Dios es el dios del fuego. Ahora enseñamos a nuestros hijos una elocuente invocación al Dios del Fuego, donde la oración es para asimilar a los muertos con el mundo natural:
“Quemarlo no, no quemarlo, oh Agni,
Consumirlo no del todo; afligirlo no …
Que tu ojo vaya al Sol,
Al viento tu alma …
O ve a las aguas si te conviene allí,
O quédate con tus miembros en las plantas … “
~ TheRig Veda