Las agallas de los peces son muy delicadas y tienen una superficie muy grande (lo que hace que funcionen tan bien). Depende completamente de sumergirse en agua para soportar su peso. Fuera del agua, las delicadas branquias colapsarán como papel de seda mojado y queda muy poca superficie expuesta, por lo que los gases no pueden intercambiarse adecuadamente. Por lo tanto, la mayoría de los peces no pueden sobrevivir fuera del agua por un largo tiempo, porque la deficiencia de oxígeno los alcanzará y se asfixiarán.
Si pudiéramos encontrar una manera de mantener las branquias apoyadas y húmedas sin sumergirnos, un pez podría sobrevivir por mucho más tiempo, pero esto no es físicamente posible, incluso en una cámara húmeda llena de aire en gravedad cero, considerando que el las branquias se pegarían unas a otras. El agua debe llenar completamente la cámara branquial para que todo lo demás funcione correctamente. Para el caso, el agua debe fluir por la boca y por las branquias para que la extracción de oxígeno funcione correctamente. Si fuerza que el agua vaya en la dirección opuesta, en las branquias y por la boca, el sistema solo funciona a la mitad de la eficiencia, ya que el flujo de agua debe ir en contra del flujo sanguíneo para obtener la máxima ingesta de oxígeno. Muchas especies de peces han desarrollado mecanismos para evitar esta limitación (que generalmente involucra el desarrollo de estructuras pulmonares además de las branquias), y algunas pueden pasar largos períodos fuera del agua (como el pez Beta). Pero las criaturas terrestres no han desarrollado una capacidad comparable de respirar mientras están sumergidas. Los pulmones de otros vertebrados simplemente no están diseñados para extraer suficiente oxígeno para que funcionen bajo el agua, donde las concentraciones de oxígeno son más de un orden de magnitud menor. Si el agua pudiera contener aproximadamente 20 veces más oxígeno que la que tiene, las cosas serían diferentes: aparentemente hay unos pocos líquidos (aunque no agua) que pueden contener tanto oxígeno disuelto, y uno puede respirar un líquido de este tipo, como en el película “The Abyss”. Pero mantener esos altos niveles de oxígeno por mucho tiempo en un sistema cerrado podría ser un importante obstáculo práctico.