Estoy bastante seguro de que la idea es una antigua arraigada en la necesidad humana de responder a la pregunta “¿Qué soy?”. La especulación acerca de dónde se encuentra el “Yo” en el cuerpo de inmediato (y naturalmente) hace surgir la posibilidad de que “Yo” no exista en el cuerpo.
Antes de que tuviéramos ciencia, las personas especulaban que “yo” podría estar en el corazón (o hígado, bazo, etc.) pero no había evidencia para admitir o descartar ninguna posibilidad. Incluso nuestras tecnologías modernas no pueden encontrar ese único órgano o componente que puede atribuirse a ser el hogar del “yo” en nosotros.
Y nos inclinamos a admitir la existencia de un mundo incorpóreo (p. Ej., Cielo, karma, dharma, zeitgeist, kismet, etc.). La noción de “yo” (es decir, mi “mente”) que existe en este otro mundo no es un gran tramo. Por ejemplo, la mayoría de las religiones construyen una realidad en la que “yo” soy libre de moverme entre los mundos físico y metafísico (lo cual requiere que mi mente sea incorpórea).
Así que diría que la partición mente / cuerpo no es algo que se originó en ningún lugar en particular, sino que es solo un concomitante a la omnipresente concepción humana de una realidad en la que no todo es físico.