Los canales semicirculares contribuyen a la propiocepción midiendo la aceleración, como la aceleración de la gravedad. En resumen, nos dicen si estamos cayendo, moviéndonos en alguna dirección o girando. Los ojos usan información propioceptiva para ajustar sus puntos focales de manera que puedan seguir mientras se mueven. Puede probar esto eligiendo un único punto focal, y luego caminar por la sala, o dar vueltas en círculos, girar la cabeza y volver a encontrar su punto focal.
Ahora lo estropee: el mal funcionamiento del oído interno conduce a una mala información propioceptiva y “confunde” sus ojos. Si se siente mareado, entonces su sentido de “abajo” y “movimiento direccional” se confunden, y sus ojos intentan rastrear los puntos focales utilizando la información propioceptiva confusa, que hace que el movimiento del ojo se confunda. Para probar esto, gire alrededor de 10 círculos rápidos de giro a la izquierda, luego gire inmediatamente hacia la derecha dos veces, elija un punto focal e intente cruzar la habitación.