El ayuno más largo del que tengo un registro fue uno realizado por Mahatma Ghandi. Duró 21 días, al final de los cuales, a pesar de pasar casi todo el tiempo acostado en una cama, había desperdiciado sustancialmente, y apenas podía susurrar.
Él no era un hombre grande para empezar, pero me inclino a pensar que incluso con el descanso y un buen suministro de agua, 40 días casi con certeza resultarían en la muerte debido a la falla de múltiples órganos.
Debe recordarse que la Biblia ha sido traducida tantas veces que se acordó que las referencias exactas no son confiables. En este caso, es muy posible que las escrituras originales digan ‘catorce’. Es el mensaje dentro del cual es importante.