Hay mucha menos variación en la pigmentación de lo que supone la pregunta. Todos los colores de ojos se deben a un único pigmento, la melanina, que produce una coloración marrón. Cuando no hay melanina en el iris, parece azul simplemente por el efecto Tyndall. No hay pigmentos azules, verdes o avellanos; el color de ojos varía como una función de la concentración de melanina. Sin embargo, hay más de una docena de genes que contribuyen al color de los ojos.
Los caucásicos son descendientes de tribus indoeuropeas que abandonaron las estepas rusas y emigraron a varios lugares a lo largo de la masa terrestre de Europa y Asia y el litoral norteafricano en varias etapas de nuestra presente glaciación cuaternaria en climas suficientemente al norte como para tener una ventaja de supervivencia a menos pigmentación (para producir suficiente vitamina D). Con el color de ojos, cuanto menos melanina, mayor es la variación de color como se discutió anteriormente.
Como portador de cabello blanco desde muy temprana edad, sé que no se debe a la pigmentación y la genética, sino a la falta de pigmentación, con el pelo blanco como consecuencia de la dispersión de la luz debido a las burbujas en el tallo del cabello. Si hay un componente genético, podría ser uno que afecte la función tiroidea, el metabolismo B12 o uno de los otros problemas que se cree contribuyen a la pérdida de pigmentación del cabello. Durante mucho tiempo he notado, aunque nunca he visto una explicación, que aquellos de nosotros que nos volvemos blancos prematuramente comenzamos en la parte superior de la cabeza y gris hacia abajo, mientras que los que se vuelven blancos más tarde en la vida comienzan en las patillas y gris hacia arriba.
Como padre de una pelirroja, sé que el último pensamiento es que su color se debe a genes heredados del mestizaje con neandertales decenas de miles de años atrás en nuestra historia, particularmente en poblaciones de Irlanda y Escocia y a lo largo del río Volga. ADN antiguo y Neandertales.
En general, el color del cabello se debe a dos formas de melanina: eumelanina, que se presenta en dos subformulas, negra o marrón, y feomelanina, que varía de naranja a rojo. Todos los colores del cabello (además del blanco) se deben a las proporciones y concentraciones en que se combinan estos dos pigmentos. Por ejemplo, los distintos tonos de cabello rubio se deben a ambos pigmentos pero en bajas concentraciones.
De nuevo, con la menor melanización de las poblaciones principalmente caucásicas de los climas septentrionales y la incidencia del entrecruzamiento de neandertales que ocurrió dentro de una porción de esa misma población, la variación de color será mayor que para las poblaciones con una mayor tendencia genética a la melanización.