El corazón humano es un órgano increíblemente fuerte y resistente . Además de ser un músculo que bombea sangre, el corazón tiene un complejo sistema nervioso que contiene gran parte de nuestra identidad y personalidad, independientemente de nuestro cerebro.
Ese corazón también ejerce y un campo de energía electromagnética que se puede medir hasta 10 pies de distancia, y que puede cambiar las ondas cerebrales de las personas que nos rodean, influyendo en los demás de una manera muy directa y física.
La fortaleza del corazón se puede apreciar al considerar la cantidad de posibles contracciones en nuestra vida. Por ejemplo, la mayoría de los animales obtienen aproximadamente mil millones de latidos durante su vida, como caballos, cerdos, conejos, elefantes, gatos, ballenas, etc. Compare esto con la cantidad de latidos que una persona promedio tiene en su vida. Los humanos obtienen alrededor de 2.21 billones de latidos, lo que sugiere que nuestros corazones son dos veces más fuertes que la mayoría de los animales, grandes o pequeños, gordos o fuertes, rápidos o lentos.