¿Podríamos diseñar genéticamente humanos para que el plomo y el mercurio no sean tóxicos o al menos no acumuladores? De ser así, ¿cuáles serían algunos de los cambios necesarios?

Algunas plantas han sido criadas para resistir metales pesados ​​(mecanismos de resistencia de metales en plantas: aluminio y metales pesados ​​y mecanismos de resistencia de metales en plantas: aluminio y metales pesados). Los animales no se han estudiado de manera exhaustiva, pero parece que hay genes que confieren tolerancia parcial a los metales pesados ​​en ciertos invertebrados (https: //nrajakaruna.files.wordpr…).

Hipotéticamente, podría darle a una persona o animal genes que atan metales pesados ​​o hacen que se excreten rápidamente. Pero no habría muchas razones para hacer eso. Es mucho más fácil simplemente evitar los metales pesados ​​que manipular los genes. Incluso si quisiéramos hacer esto, las consideraciones éticas evitarían los experimentos necesarios. Para desarrollar tecnologías genéticas, tendrías que criar bebés con genes prometedores y luego alimentarlos con metales para ver si se enferman. Nadie va a hacer ese experimento.

No entiendo lo que quiere decir con “ingeniería genética humana”. ¿Quieres decir que si comemos plomo podemos definir a Rose Pedals? No aguantaría la respiración. ¿Podemos tomar desechos tóxicos y hacerlo inofensivo? Sí, pero investigadores de Nevada Nuclear Test Site (Yuca Mountain), White Sands Proving Grounds de Nuevo México, Westinghouse’s Nuclear Research Center en Idaho, et al, continúan explorando formas de hacer que los residuos radiactivos sean inertes y, por lo tanto, eliminados de forma segura. Hasta la fecha, tanto los desechos radiactivos como los metales pesados ​​se aíslan y se eliminan en cilindros de acero, sellados en minas de sal esféricas, que se bombean llenos de una lechada de lechada. La fuerza hacia adentro desde las paredes esféricas retarda las fugas. Se espera que el diseño y el método contengan materiales por un mínimo de 100 años. Sin duda, esto es mejor que arrojar tambores de 55 galones al Golfo de México, donde comenzó a filtrarse en 25 años. Los químicos orgánicos tóxicos también representan un problema, pero las tendencias actuales son usar productos que no se deterioren en residuos tóxicos (los elastizantes no se usan para hacer que los polímeros de baja transición vítrea sean flexibles a fin de minimizar la dioxina producida por producto). La separación y el aislamiento siguen siendo la norma. Una investigación interesante es el uso de bacterias para convertir desechos tóxicos en haluros-hidrocarburos menos peligrosos que pueden degradarse por otros medios (es decir, quemar). Los metales elementales son problemáticos porque son 1) elementales, y 2) formados durante una supernova de una estrella. Recrear esas condiciones necesarias para cambiar un metal pesado es arriesgado en el mejor de los casos.