¿Cuáles son las propiedades únicas de todas las células madre?
Las células madre difieren de otros tipos de células en el cuerpo. Todas las células madre, independientemente de su origen, tienen tres propiedades generales: son capaces de dividirse y renovarse por largos períodos; ellos no están especializados; y pueden dar lugar a tipos de células especializadas.
Las células madre son capaces de dividirse y renovarse por largos períodos . A diferencia de las células musculares, las células sanguíneas o las neuronas, que normalmente no se replican por sí mismas, las células madre pueden replicarse muchas veces o proliferar . Una población inicial de células madre que prolifera durante muchos meses en el laboratorio puede producir millones de células. Si las células resultantes siguen sin especializarse, como las células madre originales, se dice que las células son capaces de autorrenovarse a largo plazo .
Los científicos están intentando comprender dos propiedades fundamentales de las células madre que se relacionan con su autorenovación a largo plazo:
- ¿Por qué las células madre embrionarias pueden proliferar durante un año o más en el laboratorio sin diferenciarse, pero la mayoría de las células madre adultas no pueden hacerlo? y
- ¿Cuáles son los factores en los organismos vivos que normalmente regulan la proliferación y autorrenovación de células madre?
Descubrir las respuestas a estas preguntas puede permitir comprender cómo se regula la proliferación celular durante el desarrollo embrionario normal o durante la división celular anormal que conduce al cáncer. Tal información también permitiría a los científicos cultivar células madre embrionarias y no embrionarias de manera más eficiente en el laboratorio.
Los factores específicos y las condiciones que permiten que las células madre sigan sin especializarse son de gran interés para los científicos. A los científicos les ha llevado muchos años de ensayo y error aprender a derivar y mantener células madre en el laboratorio sin que se diferencien espontáneamente en tipos celulares específicos. Por ejemplo, tomó dos décadas aprender a cultivar células madre embrionarias humanas en el laboratorio luego del desarrollo de las condiciones para el crecimiento de células madre de ratón. Del mismo modo, los científicos primero deben comprender las señales que permiten que una población de células madre no embrionarias (adultas) prolifere y permanezca no especializada antes de que puedan desarrollar un gran número de células madre adultas no especializadas en el laboratorio.
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Las células madre no están especializadas. Una de las propiedades fundamentales de una célula madre es que no tiene ninguna estructura específica de tejido que le permita realizar funciones especializadas. Por ejemplo, una célula madre no puede funcionar con sus vecinos para bombear sangre a través del cuerpo (como una célula de músculo cardíaco), y no puede transportar moléculas de oxígeno a través del torrente sanguíneo (como un glóbulo rojo). Sin embargo, las células madre no especializadas pueden dar lugar a células especializadas, que incluyen células del músculo cardíaco, células sanguíneas o células nerviosas.
Las células madre pueden dar lugar a células especializadas . Cuando las células madre no especializadas dan lugar a células especializadas, el proceso se llama diferenciación. Mientras se diferencia, la célula generalmente pasa por varias etapas, volviéndose más especializada en cada paso. Los científicos recién están empezando a comprender las señales dentro y fuera de las células que desencadenan cada paso del proceso de diferenciación. Las señales internas están controladas por los genes de una célula, que están intercalados a lo largo de largas cadenas de ADN y llevan instrucciones codificadas para todas las estructuras y funciones celulares. Las señales externas para la diferenciación celular incluyen sustancias químicas secretadas por otras células, contacto físico con células vecinas y ciertas moléculas en el microambiente. La interacción de las señales durante la diferenciación hace que el ADN de la célula adquiera marcas epigenéticas que restringen la expresión del ADN en la célula y pueden transmitirse a través de la división celular.
Quedan muchas preguntas sobre la diferenciación de células madre. Por ejemplo, ¿las señales internas y externas para la diferenciación celular son similares para todos los tipos de células madre? ¿Se pueden identificar conjuntos específicos de señales que promuevan la diferenciación en tipos de células específicos? Abordar estas cuestiones puede llevar a los científicos a encontrar nuevas formas de controlar la diferenciación de células madre en el laboratorio, con lo que se cultivan células o tejidos que pueden utilizarse para fines específicos, como terapias basadas en células o detección de drogas.
Las células madre adultas típicamente generan los tipos de células del tejido en el que residen. Por ejemplo, una célula madre adulta que forma sangre en la médula ósea normalmente da origen a muchos tipos de células sanguíneas. En general, se acepta que una célula formadora de sangre en la médula ósea, que se denomina célula madre hematopoyética, no puede originar las células de un tejido muy diferente, como las células nerviosas del cerebro. Los experimentos en los últimos años han pretendido mostrar que las células madre de un tejido pueden dar lugar a tipos celulares de un tejido completamente diferente. Esto sigue siendo un área de gran debate dentro de la comunidad de investigación. Esta controversia demuestra los desafíos del estudio de las células madre adultas y sugiere que es necesario realizar más investigaciones con células madre adultas para comprender todo su potencial como terapias futuras.