No se necesitan modificaciones para el ADN si se inyecta dentro del núcleo de la célula. Esto forma la base de la terapia génica. El ADN inyectado en cualquier otro lugar es probable que sea hidrolizado por nucleasas. Las enzimas restrictivas se usan para cortar y pegar ADN.
Por otro lado, las células de organismos extraños se rechazan cuando están recubiertas con proteínas de superficie (antígenos) no reconocidas por el sistema inmunitario del cuerpo, lo que desencadena una respuesta inmune.