A nivel del receptor, siempre que se prolonga un estímulo no nocivo, el receptor deja de “registrar” eso. Los Nociceptores (que registran estímulos dolorosos) nunca se adaptan. El resto todos se adaptan. La velocidad de adaptación puede ser rápida o lenta. Un ejemplo: si una persona con un perfume en su ropa se encuentra contigo, puedes sentir el olor agradable. En muy poco tiempo dejas de sentirlo aunque la persona con perfume todavía está allí.
En el nivel del organismo, por ejemplo, para adaptarse a vivir en la altura de las montañas donde el oxígeno es menor, se denomina aclimatación.
