¿Qué hay en una manzana de Adán?

La manzana de Adán es una protuberancia en la parte frontal del cuello, debajo del mentón, que marca la posición de la laringe, que también se llama caja de la voz. La laringe contiene las cuerdas vocales (o cuerdas vocales) que permiten a los humanos hacer que ciertos sonidos se usen al hablar y cantar. Específicamente, la voz humana proviene de ondas de sonido generadas en la laringe.

Si tuviera que cortar la piel que cubre la manzana de Adán, de hecho golpearía el cartílago, los músculos y los huesos. Este es en realidad el sitio de un hueso muy especial, el hueso hioides. El hueso hioides es el único hueso del cuerpo humano que no está conectado a otros huesos, ni directamente ni a través de una articulación. Dependiendo de la posición del cuerpo, el hueso hioides está a varias pulgadas (varios centímetros) del otro más cercano, que puede ser la mandíbula o la columna vertebral.

La laringe se encuentra en la tráquea o tráquea. A medida que respira, el aire pasa a través de la tráquea, y así el aire pasa a través de la manzana de Adán (por así decirlo).

La manzana de Adán o prominencia laríngea es un cartílago óseo alrededor de la laringe. Su ángulo está formado por el cartílago tiroides. Su función es proteger el frente de la laringe así como los códigos vocales. También ayuda a la profundización de la voz del hombre durante la adolescencia.

A pesar de que existen muchas creencias sobre la formación de la manzana de Adán, la más popular es la de las religiones abrahámicas. Creen que la fruta prohibida estaba incrustada en el cuello del primer hombre, Adán.

La caja de voz, o laringe, está hecha de cartílago. Hay diferentes partes que componen el todo, pero la parte que puedes sentir (y a veces ver) en el frente es la prominencia de la tiroides.

Tiende a ser más notorio en los hombres, y el nombre popular de la manzana de Adán proviene de la leyenda bíblica de que Eva le dio a Adán la manzana, y le dio un mordisco, que se atascó en su garganta. Tan grave fue esta acción que Dios expulsó a Adán y Eva del Jardín del Edén, y todos los hombres ahora llevan el recordatorio del fracaso de Adán.

En pocas palabras, la laringe que hace que las voces de los hombres se agraven cuando llegan a la pubertad.