Mi hipótesis: Porque nuestros gametos son tan malditamente competitivos. Los gametos son vehículos para nuestros genes. Los genes en nuestras células haploides compiten en una batalla extremadamente intensa.
Dos células haploides (gametos) producen células diploides (somáticas) como arma en la defensa de sus genes. Las células diploides han evolucionado para formar colonias clónicas con el fin de destruir todos los alelos distintos de los que estaban presentes en las dos células haploides originales.
Tanto los espermatozoides hechos por un macho como los óvulos hechos por una hembra compiten fuertemente. Millones de espermatozoides están en una carrera de muerte para fertilizar un óvulo. Millones de pre-ova están en una carrera de muerte por la cual se somete primero a la meiosis. Cualesquiera que sean las amenazas a las que se enfrentan las células somáticas, no son nada en comparación con el peligro que enfrenta un gameto antes de la concepción.
Cuando dos gametos se fusionan para formar un cigoto, envían señales hormonales a los padres ordenándoles matar a todos los otros gametos. El cigoto es una célula diploide que contiene genes de los dos gametos que se fusionaron. Las células diploides se reproducen asexualmente para producir esta arma de destrucción masiva llamada cuerpo multicelular. El cuerpo está comprometido con la defensa y el transporte de los genes en el zigoto original.
Esta es una visión centrada en genes, basada en lo que leí de Richard Dawkins. En la vista centrada en genes, las células y el cuerpo multicelular son simplemente herramientas para ayudar a algunos de los genes. El cuerpo multicelular puede considerarse transporte y armamento para ciertos genes en las células.
En otras palabras, un pollo es solo una forma de huevos para hacer otro huevo (según Larry Niven, escritor de ciencia ficción).