Los glóbulos blancos o los leucocitos son fuerzas móviles o soldados del cuerpo porque migran al sitio de lesión e infección y luchan contra los microbios invasores. Defienden el cuerpo contra los microbios y sus toxinas al formar anticuerpos. Sus funciones son:
1) Recolección: En el sitio de una lesión o infección, los neutrófilos en la sangre y los monocitos en el tejido engullen las células desgastadas del cuerpo y los microbios muertos y así actúan como carroñeros.
2) Diapedesis: los neutrófilos muestran movimiento ameboide. Migran hacia el sitio de la infección, se estrujan a través de las paredes capilares para engullir y matar a los microbios.

Movimiento ameboide de los neutrófilos que muestra diapédesis
3) Formación de pus: en el sitio de infección, los glóbulos blancos fagocitan a los microorganismos invasores y las células muertas. Estos se acumulan en el área infectada junto con el plasma exudado. Los leucocitos muertos junto con las células de tejido destruidas, los microbios vivos y muertos y el plasma exudado forman el pus.
4) Fagocitosis: al llegar al lugar de la infección, los neutrófilos y los monocitos engullen los microbios o la materia extraña o las células dañadas. Esto se llama fagocitosis. Por fagocitosis, los neutrófilos matan microorganismos y protegen el cuerpo contra infecciones.
5) Inflamación o reacción inflamatoria: la inflamación es hinchazón causada en el sitio de la lesión. Los vasos sanguíneos en este punto liberan más sangre por lo que es roja y caliente. Debido a la acumulación de líquido tisular, el área se hincha. Los neutrófilos y macrófagos migran a través de la pared capilar mediante diapedesis y luchan contra los microbios invasores.
6) Formación de anticuerpos: los linfocitos producen anticuerpos para matar gérmenes y neutralizar sus toxinas (venenos producidos por bacterias).
7) Confieren inmunidad: los linfocitos también producen anticuerpos para proporcionar inmunidad de por vida contra ciertas enfermedades.