Sería realmente difícil para un animal inteligente crear una civilización en el océano.
La civilización humana surgió cuando las personas se establecieron en lugares específicos y comenzaron a intercambiar conocimientos y tecnologías. Las civilizaciones avanzan cuando las personas mejoran el conocimiento y las tecnologías existentes. Gran parte de ese conocimiento y tecnología gira en torno a herramientas que hacen que el trabajo sea más fácil o más eficiente.
Las ballenas no pueden crear herramientas porque no tienen brazos y manos. Carecen de estos porque las manos y los brazos arruinarían la racionalización que necesitan para moverse con facilidad en el océano.
Incluso si las ballenas tuvieran brazos y manos, no habría mucho de lo que pudieran crear herramientas. Los materiales disponibles serían muy difíciles de conseguir porque están en el fondo del océano (rocas y metales) o muy perecederos (piel y huesos de pescado). No hay forma de crear cuero o productos tejidos a partir de materiales oceánicos.
Además, la herramienta más importante de todas, el fuego, no estaría disponible por completo. Eso significa que los seres inteligentes acuáticos no pueden crear metales y cerámica.
Tal vez las ballenas tienen la capacidad intelectual de hacer todo lo que hace la gente, pero no tienen los medios físicos para hacerlo.