Depende del hombre, pero “el tratamiento silencioso” es tan probable que se use como un mecanismo de castigo o control como para indicar que una persona está herida. A falta de otras señales, es probable que se malinterprete. En muchos casos, puede pasar completamente desapercibido o dar lugar a una sensación de alivio (“gracias a Dios que se detuvo”).
Como herramienta de comunicación, el silencio es bastante inútil.