En la superficie de la piel intacta, es posible que no sobreviva más allá de unas pocas horas.
Pero, si consigue la entrada dentro incluso a través de una herida o arañazo menor, obtiene las condiciones óptimas para multiplicarse. El virus luego avanza hacia las terminaciones nerviosas para finalmente llegar al cerebro. En esta etapa, la temperatura de 30 C no le hace daño. Solo la inmunidad en el sistema del anfitrión puede detener su progreso y multiplicación.