Si puedes controlar tu respiración, puedes controlar tus emociones. Concéntrese en respirar, desde su ombligo, lentamente en (seis segundos) sostenga por tres, lentamente (esto es importante, no lo apresure) seis segundos, luego sostenga por tres. Haga ese ciclo al menos tres veces cada vez que se sienta nervioso y debería reducir significativamente sus nervios. Aún mejor si puedes practicarlo antes del momento estresante. Además, cuando sostengas, no retienes el aire con la garganta. Use sus músculos abdominales para evitar que los pulmones se liberen o aspiren aire hasta que esté listo.