Mi especulación es que es muy poco probable que las bacterias puedan descomponer cualquier plástico que no sea ya biodegradable. Esto se debe a una inercia química fundamental de muchos plásticos. La degradación tendría que ocurrir a través de las enzimas, y las enzimas están limitadas en lo que pueden reaccionar, ya que tienen restricciones sobre su química y estructura. Los plásticos a base de celulosa se descomponen porque la celulasa bacteriana es capaz de desensamblar los polímeros que componen el plástico. Sospecho que la mayoría de los plásticos son demasiado inertes para ser reactivos a las proteínas, por lo que ninguna cantidad de evolución producirá un sistema que pueda descomponerlos. Además, hay y siempre habrá una cantidad de nutrientes naturales o fuentes de alimentos en el océano que eclipsa enormemente cualquier cantidad de sustancia artificial que los humanos puedan introducir. La biología favorece el camino de menor resistencia, por lo que sugiero que ningún organismo desarrollará un sistema para utilizar el plástico sintético como nutriente a favor de las fuentes de alimentos preexistentes.