¿Cuándo se eleva la moralidad por encima de la ética profesional?

Antes de profundizar en la cuestión, intentemos entender los dos términos.

La moralidad se refiere a adherirse a la moral de uno. La moral es el valor compartido que existe en nuestra sociedad y está dirigido a mejorar la sociedad en general. Por ejemplo, nuestros ancianos dicen que debemos ayudar a los necesitados. ¿Por qué? Porque, también ayudarán en el futuro en caso de que surja la necesidad como una cuestión de reciprocidad.

La ética profesional se refiere a las reglas y regulaciones que se siguen en una organización y la ayudan a lograr sus objetivos. Generalmente son para beneficio de una organización. Por ejemplo, ser educado frente a los clientes puede considerarse parte del código de conducta ética.

En general, hay poco conflicto entre los dos. Pero cada vez que surge un conflicto entre los dos, uno debe preferir la moral como lo es para el beneficio de toda la sociedad.

Violar la ética profesional es en sí mismo inmoral. Una sociedad estructurada no es una organización libre donde todos hacen lo que creen que es correcto. Cada profesión tiene ciertos roles, responsabilidades y deberes que el profesional está moralmente obligado a cumplir.