No puedo comprender por qué alguien desperdicia su tiempo, esfuerzo o energía yendo a una profesión para la que no tienen afinidad o pasión, o por la que no les importa.
Dicho esto, le daría la ventaja a un abogado, ya que si no le gusta lo que está haciendo, es probable que cometa errores, y algunos de los errores cometidos por los médicos son irreversibles y tienen efectos permanentes en sus pacientes. Al menos con los abogados, siempre existe la posibilidad de una apelación basada en el mal desempeño o negligencia.