Independientemente de la generación, el concepto de intimidación superior junior siempre prevalece.
Cuando entré a la universidad y me molestaron mis desaliñadas personas mayores, decidí no hacer esto a mis juniors, ya que sabía lo mal que se sentía, así que no quería pasar estos sentimientos a la siguiente tanda. No era solo yo quien había decidido no intimidarme, todo mi grupo tenía la misma sensación.
Todos habíamos elegido ser amables con nuestros juniors a diferencia de nuestros seniors. Durante mi universidad, cuando me convertí en amigo de uno de mis mayores, le pregunté por qué su lote se complacería en la intimidación. En respuesta ella dijo
simplemente porque queremos que nuestros jóvenes pasen por el mismo dolor. La lógica tonta parece funcionar perfectamente para ellos, ya que nos intimidaron hasta el límite.
Esta lógica también es aplicable en la relación de la madre y la hija en la ley.
Siguiendo estos dos ejemplos (podría ser más), creo que hay dos tipos de personas
¿Qué deberías hacer si alguien realmente hiere tus sentimientos?
- Uno que decide no lastimar a los demás independientemente del daño que sufrieron
- Y el otro que decide infligir a otros el mismo o mayor dolor del que habían sufrido
Quizás, perteneces a la segunda categoría y eres lo que TÚ eliges.
Elige sabiamente, vive bien 🙂